Tigridia Chiapensis

         Esta bella planta es una iridácea endémica del Estado de Chiapas (México), cuyo hábitat natural son ciénagas (por lo que requiere más riego que otras bulbosas). Su crecimiento ocurre durante la primavera, desarrollandose a pleno sol y permaneciendo en reposo en invierno. Se encuentra en peligro de extinción debido a la especulación urbanística en su área de distribución.

         Su cultivo no es nada fácil, especialmente en zonas donde el clima no es cálido, ya que no son resistentes a las heladas. Su floración tiene lugar a principios del verano, y cada flor solo dura un día, si bien cada vara floral produce de 4 a 6 flores. Desafortunadamente es una planta que no tiene uso ornamental.

         La germinación de sus semillas es muy caprichosa, pudiendo las plántulas emerger tras 15 días (especialmente si son recien colectadas), 2 meses, o incluso dos años despues de sembradas. Normalmente pueden florecer en su primer año de vida, aunque no debe dejarse que produzcan semillas siendo tan jóvenes.

Cyrtanthus mackenii fma. naranja

         Desde que observé sus hojas brotar, pareciéndome tan delicadas, supuse que tendría que esperar a finales de año o a principios de 2012 para que aparecieran las flores. Afortunadamente (debido a la bondad de mi clima y a que se trata de una planta muy agradecida, que no requiere apenas cuidados), no ha sido así, y me ha premiado con ellas.


         Su color es sumamente intenso y fascinante, muy parecido al de alguno de los más recientes híbridos de Clivias, y su aroma, aunque algo más tenue, es mismo que el de C. mackenii subsp mackenii.

         Aunque he conservado polen de este último, casualmente hay una vara floral rezagada, así que voy a tratar de hibridarlas, a ver si tengo suerte. Y no olvido tampoco la busca y captura de las variedades de flores blancas, rosas y rojas.

Cyrtanthus mackenii subsp mackenii

         Se trata de una planta geófita nativa de Sudáfrica, cuya área de distribución se extiende desde el Sur de la Provincia de KwaZulu – Natal hasta el Sur de la Provincia Oriental del Cabo. Su hábitat natural son las sombreadas riberas de cauces estables en los fragmentos aún remanentes del bosque costero.

         Tengo esta subespecie desde Diciembre de 2006, cuando de pura casualidad y afortunadamente para mí, un amable forero sevillano de Infojardín, decidió regalarme el excedente de bulbos que tenía en lugar de tirarlos. Gracias C@rlos.

         Posee follaje perenne. Las flores, pequeñas y con forma de tubo curvado se ensanchan gradualmente desde la base hasta la garganta, y desprenden un agradable aroma con el fin de ser polinizadas por polillas. Cada bulbo produce una única inflorescencia, que consta de entre 4 y 7 flores insertadas en un tallo hueco. Su periodo de floración es largo, extendiéndose desde Diciembre a Marzo. A diferencia de otras especies de su mismo género no dependen del fuego para florecer, de ahí que su nombre común no sea Fire Lily, sino Kafir Lily (Lirio Kafir).

         En la naturaleza, la mayoría de las poblaciones están conformadas por individuos con flores de color amarillo, si bien, ocasionalmente también pueden encontrarse poblaciones con flores de color crema o blanco. A pesar de ser una planta poco conocida y raramente vista en cultivo, existen variedades e híbridos de varios colores.

         Su multiplicación puede realizarse mediante semillas (cosa que aún no he logrado que produzcan), floreciendo las plántulas a partir del tercer año, o bien mediante separación de la enorme cantidad de bulbillos secundarios que rápidamente generan, y que conlleva la formación de grandes masas. Dicha separación ha de hacerse con excesivo cuidado, pues podemos dañar tanto las raíces como los bulbos, y repercutir negativamente en la floración.

         Es junto con Cyrtanthus elatus una de las especies de este género más fácil de cultivar: necesita ubicarse en un lugar muy luminoso, por ejemplo recibiendo sol por la mañana y sombra por la tarde. Sus raíces son perennes, habiendo por tanto que regar durante todo el año, aunque con moderación. El sustrato debe de ser poroso, para drenar el exceso de agua. No son resistentes a las heladas nocturnas, por lo que en las zonas donde las haya, deben cultivarse en macetas.